Buscar un piso de alquiler es toda una aventura. Más aun encontrar uno que se adapte a las necesidades de cada uno. Hay que tener en cuenta precio, tamaño de la vivienda, zona, comunicación con el transporte (en el caso de las grandes ciudades), el estado del piso, si lo queremos amueblado o no, e incluso cómo es el propietario.
Estos son algunos consejos básicos a la hora de alquilar una vivienda para evitar sorpresas a posteriori.
1. Atención a los anuncios. No te fíes de las fotos, ni de los chollos. Suele tratarse de publicidad engañosa y en muchos casos las ofertas no se corresponden con el anuncio. Luego vienen las sorpresas: habitaciones mucho más pequeñas, ventanas inexistentes, etc. Lo más recomendable es no apalabrar nada con el arrendatario hasta no haber visitado el piso y estar seguro de donde se va a vivir.
2. Todo por escrito. Muy importante que todo lo acordado entre ambas partes esté reflejado en un documento para que a posterior, si algo falla, etc. puedas reclamárselo al casero. Es importante que analices todas y cada una de las cláusulas que aparezcan en el contrato y preguntes las dudas.
3. Lee atentamente. Lee y relee el contrato las veces que sea necesario antes de firmarlo hasta que todo te quede todo claro. Si no entiendes alguna parte, aun estas a tiempo de preguntar o consultarlo con un profesional. No firmes, ni entregues la fianza, si hay algo dudoso. Si no perderás, perderás el dinero.
4. Antes de entrar. Revisa con detalle el estado de la vivienda y comprueba que las instalaciones y aparatos funcionan correctamente. Evitarás controversias posteriores y posibles reclamaciones del arrendatario.
5. Gastos. Deja claro quien va a pagar los desperfectos, gastos o daños consecutivos del uso de la vivienda. Normalmente, los gastos generales, como las cuotas de la comunidad o el seguro del piso las paga el propietario del inmueble, mientras que los gastos de agua, luz, teléfono, etc. son cosa del arrendatario. Más controversia hay en el caso de los desperfectos derivados del uso del piso.
6. Cuidados de la vivienda. Cuida del piso como si fuera tuyo de verdad. Evitarás sorpresas con el propietario al irte. Si vas a llevar cambios o mejoras durante la estancia (como pintar las paredes, puertas o poner nuevas estanterías, etc. ) es recomendable que se lo consultes. Incluso, podéis llegar a un acuerdo para compartir el coste.
7. Copia de facturas. Guarda siempre una copia de los pagos mensuales del alquiler, gastos de luz, agua, etc. por si te reclamase alguna deuda pendiente. Nunca están de mas.
8. Fin del contrato. Si por circunstancias, tienes que abandonar el piso antes de que finalice el contrato de alquiler, debes avisar al propietario con 30 días de antelación mínimo. Además, debes abonar todas las facturas de gastos que correspondan con el periodo de tu estancia.
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